El próximo día 4 de Junio en el Círculo Artístico de Requena, a las 6 de la tarde, tendrá lugar la inauguración de la exposición fotográfica sobre India y Nepal, en las que colgaré algunas de las mejores instantáneas realizadas en mis viajes por el subcontinente indio; habrá un pequeño aperitivo y vino de la tierra.
Más información en el cartel adjunto.
No os la perdáis.
lunes, 24 de mayo de 2010
martes, 18 de mayo de 2010
SUPERMERCADOS
SUPERMERCADOS
por Esther Vivas
Ir a comprar al supermercado se ha convertido en una práctica cotidiana. De hecho, un 80% de nuestras compras se llevan a cabo en grandes cadenas de distribución como Carrefour, Alcampo, Eroski, Corte Inglés y Mercadona, etc. Aunque comemos y consumimos diariamente, y muy a menudo lo hacemos mediante la compra en supermercados, pocas veces nos detenemos a pensar en las consecuencias que este modelo tiene por todos aquellos que participan en la cadena de comercialización: campesinos, trabajadores, consumidores, comercio local. Ahora puede ser un buen momento para plantearnos estas cuestiones.
Algunos impactos
La concentración empresarial en cada uno de los tramos de la cadena agroalimentaria va en aumento y el sector de la distribución no es una excepción. La dinámica en Europa, por ejemplo, apunta a una tendencia ascendente. En Suecia, tres cadenas de supermercados controlan el 95,1% de la cuota de mercado, en Dinamarca tres cadenas monopolizan el 63,8%, y en Bélgica, Austria y Francia unas pocas compañías dominan más del 50%. Cada día tenemos menos puertas de acceso a los alimentos, a la vez que el productor tiene menos opciones para llegar a nosotros. El poder de la industria agroalimentaria es total y nuestra alimentación ha quedado supeditada a sus intereses económicos.
Este modelo de distribución al detalle, que se ha generalizado en los últimos cincuenta años en el Estado español, comporta un empobrecimiento generalizado de la actividad campesina, la homogeneización de aquello que consumimos, la precarización de los derechos laborales tanto en sus centros comerciales como en aquellos que les proveen, la pérdida del comercio local, la promoción de un modelo de consumo insostenible e irracional. Veamos algunas cifras.
El diferencial entre el precio en origen de un producto (pagado al campesino) y en destino (lo que pagamos en uno 'súper') es una media del 490%, según cifras del sindicato campesino COAG, pero en algunos alimentos éste puede llegar a superar con creces el 1.000%, como es el caso de las patatas, los tomates, los pepinos o las zanahorias. Mientras, la gran distribución es quien se lleva el beneficio. Esta situación comporta un creciente empobrecimiento de la población campesina, con una disminución anual de su renta del 26% en los últimos cinco años. Con estos datos no nos tendría que sorprender que cada tres minutos en Europa desaparezca una explotación agraria, según datos de La Vía Campesina, ya que los pequeños productores no pueden competir con la agroindustria.
El impacto en el pequeño comercio es devastador. Si el año 1998 había en el Estado español 95 mil tiendas, en el 2004 esta cifra se había reducido a 25 mil. El comercio tradicional de alimentos ha sufrido una erosión constante e imparable desde los años 80, llegando a ser a día de hoy casi residual.
Alternativas
¿Sin embargo, podemos vivir sin supermercados? Los grupos y las cooperativas de consumo agroecológico, la compra directa al campesino, el comercio local, las cestas a domicilio, ir al mercado... son algunas opciones alternativas que implican un modelo de comercialización de proximidad, estableciendo una relación directa y solidaria entre el campesino/el campo y el consumidor/la ciudad. Se trata de opciones de compra que van en aumento. Si antes del año 2000 en Cataluña tan sólo existían diez grupos de consumo ecológico, hoy en día esta cifra llega casi al centenar.
Esta acción colectiva en el ámbito del consumo es fundamental para empezar a cambiar dinámicas y llegar a más gente. A menudo se nos habla de nuestro poder individual como consumidores, pero aunque la acción individual aporta coherencia y es demostrativa, por sí sola bien pocas cosas podrá cambiar. La perspectiva política es clave. Por ejemplo, yo puedo formar parte de una cooperativa de consumo y optar por la compra de alimentos ecológicos, pero si no se prohíben los transgénicos llegará día en que tanto la agricultura convencional como la ecológica estará contaminada, fruto de una coexistencia imposible. Por lo tanto, hace falta movilizarnos, salir a la calle y exigir que queremos unas políticas agrícolas y alimentarias que garanticen un consumo saludable, respetuosas con la naturaleza y que tengan en cuenta los derechos del campesinado y los trabajadores.
La lógica capitalista que impera en el actual modelo agrícola y alimentario es la misma que afecta otros ámbitos de nuestras vidas: la privatización de los servicios públicos, la especulación con la vivienda, la deslocalización empresarial, la precariedad laboral. Cambiar el actual sistema agroalimentario implica un cambio radical de paradigma. Y para hacerlo la acción política y la creación de alianzas con otros actores sociales (campesinos, trabajadores, ecologistas, feministas...) es imprescindible.
(*) Esther Vivas es coautora del libro Supermercados, no gracias (Icaria editorial, 2007). Artículo publicado en el semanario La Directa, nº 171. [ http://esthervivas.wordpress.com ]
por Esther Vivas
Ir a comprar al supermercado se ha convertido en una práctica cotidiana. De hecho, un 80% de nuestras compras se llevan a cabo en grandes cadenas de distribución como Carrefour, Alcampo, Eroski, Corte Inglés y Mercadona, etc. Aunque comemos y consumimos diariamente, y muy a menudo lo hacemos mediante la compra en supermercados, pocas veces nos detenemos a pensar en las consecuencias que este modelo tiene por todos aquellos que participan en la cadena de comercialización: campesinos, trabajadores, consumidores, comercio local. Ahora puede ser un buen momento para plantearnos estas cuestiones.
Algunos impactos
La concentración empresarial en cada uno de los tramos de la cadena agroalimentaria va en aumento y el sector de la distribución no es una excepción. La dinámica en Europa, por ejemplo, apunta a una tendencia ascendente. En Suecia, tres cadenas de supermercados controlan el 95,1% de la cuota de mercado, en Dinamarca tres cadenas monopolizan el 63,8%, y en Bélgica, Austria y Francia unas pocas compañías dominan más del 50%. Cada día tenemos menos puertas de acceso a los alimentos, a la vez que el productor tiene menos opciones para llegar a nosotros. El poder de la industria agroalimentaria es total y nuestra alimentación ha quedado supeditada a sus intereses económicos.
Este modelo de distribución al detalle, que se ha generalizado en los últimos cincuenta años en el Estado español, comporta un empobrecimiento generalizado de la actividad campesina, la homogeneización de aquello que consumimos, la precarización de los derechos laborales tanto en sus centros comerciales como en aquellos que les proveen, la pérdida del comercio local, la promoción de un modelo de consumo insostenible e irracional. Veamos algunas cifras.
El diferencial entre el precio en origen de un producto (pagado al campesino) y en destino (lo que pagamos en uno 'súper') es una media del 490%, según cifras del sindicato campesino COAG, pero en algunos alimentos éste puede llegar a superar con creces el 1.000%, como es el caso de las patatas, los tomates, los pepinos o las zanahorias. Mientras, la gran distribución es quien se lleva el beneficio. Esta situación comporta un creciente empobrecimiento de la población campesina, con una disminución anual de su renta del 26% en los últimos cinco años. Con estos datos no nos tendría que sorprender que cada tres minutos en Europa desaparezca una explotación agraria, según datos de La Vía Campesina, ya que los pequeños productores no pueden competir con la agroindustria.
El impacto en el pequeño comercio es devastador. Si el año 1998 había en el Estado español 95 mil tiendas, en el 2004 esta cifra se había reducido a 25 mil. El comercio tradicional de alimentos ha sufrido una erosión constante e imparable desde los años 80, llegando a ser a día de hoy casi residual.
Alternativas
¿Sin embargo, podemos vivir sin supermercados? Los grupos y las cooperativas de consumo agroecológico, la compra directa al campesino, el comercio local, las cestas a domicilio, ir al mercado... son algunas opciones alternativas que implican un modelo de comercialización de proximidad, estableciendo una relación directa y solidaria entre el campesino/el campo y el consumidor/la ciudad. Se trata de opciones de compra que van en aumento. Si antes del año 2000 en Cataluña tan sólo existían diez grupos de consumo ecológico, hoy en día esta cifra llega casi al centenar.
Esta acción colectiva en el ámbito del consumo es fundamental para empezar a cambiar dinámicas y llegar a más gente. A menudo se nos habla de nuestro poder individual como consumidores, pero aunque la acción individual aporta coherencia y es demostrativa, por sí sola bien pocas cosas podrá cambiar. La perspectiva política es clave. Por ejemplo, yo puedo formar parte de una cooperativa de consumo y optar por la compra de alimentos ecológicos, pero si no se prohíben los transgénicos llegará día en que tanto la agricultura convencional como la ecológica estará contaminada, fruto de una coexistencia imposible. Por lo tanto, hace falta movilizarnos, salir a la calle y exigir que queremos unas políticas agrícolas y alimentarias que garanticen un consumo saludable, respetuosas con la naturaleza y que tengan en cuenta los derechos del campesinado y los trabajadores.
La lógica capitalista que impera en el actual modelo agrícola y alimentario es la misma que afecta otros ámbitos de nuestras vidas: la privatización de los servicios públicos, la especulación con la vivienda, la deslocalización empresarial, la precariedad laboral. Cambiar el actual sistema agroalimentario implica un cambio radical de paradigma. Y para hacerlo la acción política y la creación de alianzas con otros actores sociales (campesinos, trabajadores, ecologistas, feministas...) es imprescindible.
(*) Esther Vivas es coautora del libro Supermercados, no gracias (Icaria editorial, 2007). Artículo publicado en el semanario La Directa, nº 171. [ http://esthervivas.wordpress.com ]
miércoles, 12 de mayo de 2010
PLENA CONCIENCIA
EL MILAGRO DE MINDFULNESS
En esta pequeña joya de libro, Tic Nhat Hanh, nos regala con la sencillez propia de un gran maestro, algunas de las claves para alcanzar “fácilmente” la plenitud en la conciencia vital. Nos invita a estar despiertos y plenamente atentos, nos ofrece una oportunidad para conocernos con más profundidad y gozar de una mayor paz interior.
Quisiera compartir algunos de sus párrafos e invitaros a bucear en otras obras suyas editadas por Oniro.
“Mientras lavas los platos debes lavarlos simplemente, lo cual significa que mientras lo haces eres totalmente consciente de ello. A simple vista esta observación quizá parezca un poco estúpida: ¿por qué concentrarse tanto en una cosa tan sencilla? Pero lo más importante es precisamente eso. El hecho de estar lavando de pie esos boles es una maravillosa realidad. En esos momentos estoy siento totalmente yo mismo, siguiendo mi respiración, siendo consciente de mi presencia, pensamientos y acciones. El estado de plena atención en que me hallo impide que sea arrastrado de un lado a otro como una botella zarandeada por las olas”
“Si mientras lavamos los platos, estamos pensando sólo en la taza de té que vamos a tomarnos al terminar, apresurándonos para sacárnoslos de encima lo antes posible como si esa tarea fuera un fastidio, entonces no estamos lavando los platos simplemente por lavarlos. Además mientras los lavamos no estamos vivos. En realidad, mientras estamos de pie ante la pileta no podemos percibir el milagro de la vida. Y si no lavamos los platos, lo más probable es que tampoco podamos tomarnos una taza de té. Mientras nos la tomamos, estaremos pensando en otras cosas y apenas seremos conscientes de la taza que sostenemos entre las manos. De ese modo nos dejamos arrastrar por el futuro y somos incapaces de vivir en el presente ni siquiera un minuto de nuestra vida”
“Mientras están consultando algo, intentando resolver un problema y afrontando una situación, sea la que sea, si deseas obtener unos buenos resultados tu corazón ha de estar sereno y tú debes tener autodominio. Cualquiera puede darse cuenta de ello. Si eres incapaz de controlarte y te dejas llevar por la impaciencia o la ira, entonces tu trabajo deja de tener valor. La plena conciencia es el milagro que nos permite ser dueños de nosotros mismos y recuperar la plenitud.”
“Para ser consciente debes saber respirar, porque la respiración es una herramienta natural y sumamente eficaz para evitar que tu mente se distraiga. La respiración es el puente que conecta la vida a la conciencia, que une tu cuerpo con tus pensamientos. Siempre que tu mente se distraiga, utiliza la respiración para volver a ser consciente de ella. Inhala con suavidad y lentitud, sabiendo que estás inhalando. Exhala luego todo el aire de los pulmones, sabiendo que estás exhalando. (…) Se siempre consciente de tu inspiración y espiración.”
“En un monasterio budista todo el mundo aprende a utilizar la respiración como una herramienta para detener la dispersión mental y aumentar el poder de la concentración que surge al practicar la plena conciencia. Es la concentración que te ayuda a alcanzar el Gran Despertar. Cuando eres consciente de tu respiración, ya has despertado. (…) En una situación activa y agotadora es cuando practicar la plena conciencia ¡se convierte en todo un reto!”.
….Me siento muy afortunada al ser testigo de que éste reto, éste ocho mil, lo podemos escalar todos, cuando estamos tan motivados como algunos de mis pacientes, que han podido modificar sustancialmente su propia relación con la enfermedad en 1º lugar, para después ir diluyendo uno a uno muchos de los síntomas que estaban directamente relacionados con su ansiedad. Gracias a todos ellos por compartirlo conmigo.
Autor : Carmen Andres de Miguel . Homeopata
En esta pequeña joya de libro, Tic Nhat Hanh, nos regala con la sencillez propia de un gran maestro, algunas de las claves para alcanzar “fácilmente” la plenitud en la conciencia vital. Nos invita a estar despiertos y plenamente atentos, nos ofrece una oportunidad para conocernos con más profundidad y gozar de una mayor paz interior.
Quisiera compartir algunos de sus párrafos e invitaros a bucear en otras obras suyas editadas por Oniro.
“Mientras lavas los platos debes lavarlos simplemente, lo cual significa que mientras lo haces eres totalmente consciente de ello. A simple vista esta observación quizá parezca un poco estúpida: ¿por qué concentrarse tanto en una cosa tan sencilla? Pero lo más importante es precisamente eso. El hecho de estar lavando de pie esos boles es una maravillosa realidad. En esos momentos estoy siento totalmente yo mismo, siguiendo mi respiración, siendo consciente de mi presencia, pensamientos y acciones. El estado de plena atención en que me hallo impide que sea arrastrado de un lado a otro como una botella zarandeada por las olas”
“Si mientras lavamos los platos, estamos pensando sólo en la taza de té que vamos a tomarnos al terminar, apresurándonos para sacárnoslos de encima lo antes posible como si esa tarea fuera un fastidio, entonces no estamos lavando los platos simplemente por lavarlos. Además mientras los lavamos no estamos vivos. En realidad, mientras estamos de pie ante la pileta no podemos percibir el milagro de la vida. Y si no lavamos los platos, lo más probable es que tampoco podamos tomarnos una taza de té. Mientras nos la tomamos, estaremos pensando en otras cosas y apenas seremos conscientes de la taza que sostenemos entre las manos. De ese modo nos dejamos arrastrar por el futuro y somos incapaces de vivir en el presente ni siquiera un minuto de nuestra vida”
“Mientras están consultando algo, intentando resolver un problema y afrontando una situación, sea la que sea, si deseas obtener unos buenos resultados tu corazón ha de estar sereno y tú debes tener autodominio. Cualquiera puede darse cuenta de ello. Si eres incapaz de controlarte y te dejas llevar por la impaciencia o la ira, entonces tu trabajo deja de tener valor. La plena conciencia es el milagro que nos permite ser dueños de nosotros mismos y recuperar la plenitud.”
“Para ser consciente debes saber respirar, porque la respiración es una herramienta natural y sumamente eficaz para evitar que tu mente se distraiga. La respiración es el puente que conecta la vida a la conciencia, que une tu cuerpo con tus pensamientos. Siempre que tu mente se distraiga, utiliza la respiración para volver a ser consciente de ella. Inhala con suavidad y lentitud, sabiendo que estás inhalando. Exhala luego todo el aire de los pulmones, sabiendo que estás exhalando. (…) Se siempre consciente de tu inspiración y espiración.”
“En un monasterio budista todo el mundo aprende a utilizar la respiración como una herramienta para detener la dispersión mental y aumentar el poder de la concentración que surge al practicar la plena conciencia. Es la concentración que te ayuda a alcanzar el Gran Despertar. Cuando eres consciente de tu respiración, ya has despertado. (…) En una situación activa y agotadora es cuando practicar la plena conciencia ¡se convierte en todo un reto!”.
….Me siento muy afortunada al ser testigo de que éste reto, éste ocho mil, lo podemos escalar todos, cuando estamos tan motivados como algunos de mis pacientes, que han podido modificar sustancialmente su propia relación con la enfermedad en 1º lugar, para después ir diluyendo uno a uno muchos de los síntomas que estaban directamente relacionados con su ansiedad. Gracias a todos ellos por compartirlo conmigo.
Autor : Carmen Andres de Miguel . Homeopata
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