miércoles, 1 de febrero de 2012

EL ALAJÚ


A los consabidos dulces de las fiestas invernales, como el turrón o mazapán, preñados de azúcar refinada, existe otra alternativa olvidada, de sencilla preparación y con ingredientes básicos y mucho más sanos que la repostería industrial o supuestamente artesana de los hornos de nuestros pueblos.
Hoy vamos a rescatar otro de nuestros productos olvidados del interior de Valencia (Utiel-Requena) y Castilla la Mancha, “el alajú”, de origen árabe, el “al-hasú”, que significa “relleno” y que en Andalucía se conoce como alfajor, donde tiene un sabor característico al incluir componentes como la canela, el cilantro, avellanas y clavo, que nuestro alajú no lleva; en Castilla, concretamente en la Alcarria se documenta como “alujú” o “alhajú” ya en el siglo XVII, tratándose de un dulce que se hacía en sartén y cuyos ingredientes eran la miel y las nueces, antaño muy abundantes en la Alcarria, esta pasta se dejaba solidificar entre obleas de manera parecida al turrón; otras variantes, admiten cacahuetes, higos secos troceados o zumo y ralladura de de naranja.

Conocida mi natural inclinación a la fusión, no podía faltar una versión particular de este delicioso dulce. Es esta.

Ingredientes para 6 unidades:

12 obleas de 18 cm. de diámetro (de venta en pastelerías).
1/2 Kg. de miel, (mejor directa del colmenero).
200 Gr. de pan rallado en casa.
125 Gr. de almendra molida (a ser posible nacional).
125 Gr. de coco rallado.
100 Gr. de sésamo tostado.
La ralladura de la piel de 1 limón.
1 cucharadita de café de jengibre rallado.
Nota: Loas cantidades son aproximadas y dependerán de la consistencia y grado de humedad de la miel.

Preparación:

En un cazo ancho, poner la miel a calentar a fuego muy lento, hasta que su consistencia sea semilíquida; no debe de hervir en ningún caso pues a partir de los 50º, pierde gran parte de sus propiedades; apartar del fuego e ir añadiendo poco a poco los ingredientes, sin parar de remover con una cuchara de madera, hasta obtener una consistencia espesa pero manejable. Inmediatamente y antes de que se enfrie, colocar una capa de la pasta sobre una oblea, de alrededor de 1 cm. de espesor, chafándola con la cuchara; este es el proceso más delicado pues la consistencia y la adherencia de la mezcla, dificultan un reparto homogéneo, paciencia de nuevo. Por último, colocar otra oblea sobre la masa y chafar con una superficie de madera plana; repetir el proceso hasta acabar la masa y dejarlas reposar con una tabla sobre ellas, con peso encima unas 2 horas.

Tiempo de preparación 15 minutos.

1 comentario:

audaciosus dijo...

hola podías poner que la foto es robada