sábado, 24 de diciembre de 2011

FELIZ AÑO NUEVO


Feliz Año Nuevo a los artesanos de utopías, cuyas manos callosas desentierran girasoles de los pantanos de la ambigüedad; a las mujeres buscadoras de afectos recónditos, divas milagrosas del bien-amar gratuito; a los niños sobrevivientes en los corazones de todas las edades; y a los guardianes de silencios meditativos.


Feliz año nuevo a los liberadores de pájaros disecados, pues creen en el milagro de la resurrección y desdeñan los signos de muerte, convencidos de que el amor supera al dolor y la vida se sobre pone al concepto.

Feliz año nuevo a los que hacen de la soledad abrigo, fuente y ejercicio de vuelo, conocen el valor de cada palabra y la importancia de retroceder para agilizar el salto, convencidos de que es necesario aprender a cerrar los ojos para ver mejor.

Feliz año nuevo a quien cultiva las paradojas y ya no guarda ninguna certeza, apenas la fe, y jamás eleva la voz para imponer su razón, ni se considera el señor de todas las verdades, lleva en el alma las lecciones de los sufrimientos y contempla al semejante como misterio y como pasión.

Feliz año nuevo a los coleccionistas de memorias, que no permiten que el tiempo se apague, reinventan el pasado disfrazado de futuro, recogen en fotos y pinturas el paisaje que ya no existe, reactivan recuerdos de los viejos y no admiten que la melancolía sofoque o sangre las esperanzas.

Feliz año nuevo a quien supera la palabra cargada de resentimientos, equilibra ofensas y no se complace en la desgracia ajena, vacía su corazón de todo orgullo, jamás le pone arrogancia a su voz y se torna solidario ante quien padece esas pequeñas desavenencias humanas que las inflan como grandes problemas.

Feliz año nuevo a quien aplaude, arriba de los árboles frutales, a los profetas que entran en la ciudad disfrazados de mendigos y prefieren sentencias contrarias a la lógica de la guerra, anulando todos los argumentos del desamor y destapando el rostro cínico de quien hace del poder un podium de su irrefrenable narcisismo.

Feliz Año Nuevo a quien se asoma a la ventana del alma para contemplar su propio amanecer; a los navegantes cuyas velas se mueven gracias al soplo del Espíritu; a los sembradores de horizontes translúcidos; a las bordadoras de ternura en el suelo pedregoso de nuestras desventuras.

Feliz Año Nuevo a los corazones seducidos por el toque del amor divino; a los voluntarios de la generosidad, indicadores de caminos en las vías laberínticas de nuestros desaciertos; a los profetas inflexibles a la embriaguez de la rutina, intrépidos cultivadores de la esperanza.

Autor: Frei Betto

miércoles, 21 de diciembre de 2011

lunes, 19 de diciembre de 2011

PANECILLOS GRIEGOS


En el año 1999, descubrí una receta que llamó mi atención en un libro sobre cocina mediterránea; por sus ingredientes, me pareció un bocado exquisito para una celebración y tras una inicial prueba privada, los hice ese mismo año para compartirlos en la cena de navidad familiar con un éxito abrumador; desde entonces es demandado por la concurrencia cada año y ya es un clásico en la mesa de estas fiestas.

Ingredientes para unos 24 panecillos:

900 gr. de harina integral o mezcla.
1 taza de olivas negras sin hueso (perlas), cortadas a trocitos.
1 taza de cebolla, picada fina.
2 manojos de espinacas, picadas finamente.
25 Gr. de levadura fresca.
150 c.c. de aceite de oliva.
1 cucaradita de jengibre molido.
1 cucaradita de romero molido y sal.

Preparación:

Disolver la levadura en un vaso de agua tibia; en un recipiente grande, añadir mezclando la harina, el aceite y un poquito de sal; añadir la levadura disuelta y amasar, añadiendo el agua tibia que necesite; la masa debe quedar húmeda y pegajosa.

Añadirle las espinacas, la cebolla y las olivas, el romero molido y el jengibre en polvo; amasar hasta que todos los ingredientes queden bien mezclados, untándose las manos de aceite si hiciese falta. Tapar con un trapo y dejar reposar en lugar templado al menos durante una hora.

Calentar el horno a unos 220 grados, untarse las manos de harina para formar los panecillos de unos 6 cm. de diámetro (salen unos 24); colocarlos en una fuente engrasada, o sobre papel de horno y hornear unos 40 minutos o hasta que estén dorados.

Están muy ricos tanto recién hechos como fríos al día siguiente; también se pueden congelar recién hechos y calentar al horno cuando se precisen.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

LA TRISTEZA

Yamantaka uno de los Dioses Protectores

Nos encontramos en unos días donde la felicidad espontanea o fingida debe de instalarse en nuestros actos cotidianos, por ley divina o por imponderables sociales; en general, gracias al premeditado y manipulador entorno, lo tenemos bastante fácil, luces, música, azúcar, regalos, chocolate y alcohol, nos tendrán bien alejados de la cruel melancolía; pero el corazón esconde pasiones que la razón desconoce y cual avispado mozalbete o inoportuna resaca, es muy probable que tengamos que soportar algún estallido de lucidez transitoria, en forma de tristeza, nada que no se olvide con un buen trago.


Al igual que en el Budismo el orgullo no conlleva en si demasiadas cualidades positivas, o muchas menos de las que nosotros le otorgamos; también en la tristeza, se esconde un punto de vista bien distante al que acostumbramos a darle por estos lares.

Desde el punto de vista del Dharma, renacer en el reino de los humanos, uno de los 6 reinos posibles, es el más conveniente, incluso más que el reino de los dioses, y es que en el reino humano, según los sutras, tienes la capacidad, el tiempo y las condiciones para estar triste; la tristeza es una de las riquezas más valoradas y sublimes que debe tener una persona espiritual.

Si analizamos profundamente la tristeza, nos aparecerá cual ancla que nos ata al presente, cuando nuestros gastados recuerdos y nuestros absurdos proyectos se van al traste, aparece; algo salió mal y no se cumple nuestro proyecto de existencia; alguien me está defraudando, yo que tanto confiaba en él, mi equipo no gana y encima no me toca la lotería. Ese momento de introspección es el que deberíamos de aprovechar para bucear en esos sentimientos que nos pueden dar las llaves para un avance espiritual; hagámosla nuestra aliada, agradezcamos a la tristeza esa oportunidad para el crecimiento y aprovechémosla en el caso muy probable de que intente estos días instalarse entre nuestros objetivos y la realidad. Sentémonos en silencio y descubramos su gran poder.

OM MANI PADME HUM / FELICES FIESTAS

martes, 6 de diciembre de 2011

TEA MASALA O MASALA CHAI


Vamos a preparar el te típico de gran parte de la India, en el sur se toma más café aunque también especiado; heredada de los ingleses, esta costumbre está tan extendida que es extraño no caer en la tentación de tomar varias vasos diarios, durante los trayectos a pié e incluso sin bajarse del autobús o tren, por cualquier rincón de India, la presencia de puestos ambulantes es omnipresente por doquier; su inigualable sabor, además del bajo riesgo que supone al estar el agua hervida, lo hace realmente adictivo. Acercarse a un puesto callejero de té y presenciar su elaboración, sin desviar mucho la vista hacia la suciedad circundante, es un espectáculo en sí mismo de aromas y color, así como garantía de un buen te recién hecho a la manera tradicional y con materias primas de primera, la diaria clientela así lo exige.

Hacerlo aquí en España con la deliciosa leche de vaca o búfala, rebosante de nata, con aquel te de las colinas de Darjeeling y con sus frescas especies, es muy complicado, pero podemos lograr un buen sucedáneo.

Ingredientes para 1 litro de té:

¾ litro de agua

¼ litro de leche de vaca, soja arroz, avena, etc.

5 o 6 vainas de cardamomo verde

1 trozo de jengibre fresco del tamaño de una canica de jugar al guá.

4 clavos de olor

10 granos de pimienta negra

4 cm. de canela en rama

4 cucharaditas de azúcar de caña o blanco

4 cucharaditas de té verde o negro a elegir

Como se hace:

Se pone el agua a hervir en un cazo; en un mortero se machacan las vainas de cardamomo (la esencia esta en las semillas de su interior), se ralla o machaca el jengibre fresco y se añaden al agua junto con los clavos de olor, la pimienta negra y la canela en rama; dejar hervir un par de minutos, añadir la leche elegida, el azúcar y el té; dejar hervir otros dos minutos. Apagar el fuego, tapar y dejar reposar cinco minutos. Colar y servir.

Aunque en India suelen dejar hervir el te 2 o 3 minutos, para que salga más fuerte, a mi me gusta más en infusión, añadiendo el té con el fuego ya apagado y tapar; podéis probar de las dos formas.

Otra forma de prepararlo mucho más rápida pero menos eficiente es comprar la mezcla de especias ya preparada e incorporarlas a un té comercial al que añadiremos leche; como tengo problemas para tomar té en los bares debido a su baja calidad, suelo llevarme un tarrito de especias de té en el bolsillo e incorporarlas a los insípidos tés de nuestros bares, incluidas teterias y cafeterías de diseño. Algunos tés que el mercado nos ofrece gozan de cierta calidad, el Tettly de mercadona es muy bueno así como el PG tips, fáciles de encontrar; la mezcla de especias en Valencia la encontrareis en la dirección que adjunto, donde también venden el Spice Tea que está bastante bien logrado y lleva todo incluido, el té y las especias, rápido y delicioso.

Supermercado FEZAN , junto al restaurante Taj Mahal, Productos de India y Pakistán, entre otros. c/ Dr. Manuel Candela 18 – Valencia – tel. : 96 3227317