miércoles, 23 de diciembre de 2009

LA PANDEMIA DEL CONSUMISMO


por Jorge Majfud

“Qué época tan terrible esta en que unos idiotas conducen a unos ciegos” William Shakespeare
Los períodos de calentamiento global no son un invento humano. Pero los humanos hemos inventado la forma de convertir un ciclo natural en una anomalía. Su gravedad puede exceder la tragedia de una, de muchas bombas atómicas, pero no vemos la explosión porque vivimos dentro de ella, porque se parece al incontestable capricho de la naturaleza ante el cual solo cabe resignarse.

Los gobiernos del mundo están demasiado ocupados tratando de salvar a la humanidad de “la gran crisis” —la crisis económica—, estimulando el mismo consumo que nos está llevando a la catástrofe. Si la destrucción global aún no ha alcanzado la catástrofe tan temida, es sólo porque el consumismo no ha alcanzado aun los porcentajes tan deseados. En este delirio colectivo, confundimos desarrollo con consumismo, éxito con despilfarro, crecimiento con engorde. La pandemia es considerada un síntoma de buena salud. Su éxito ha sido tan abrumador que no hay ideología ni sistema político en el mundo que no esté concentrado en reproducirla y multiplicarla.

Las nuevas tecnologías podrían ayudar a disminuir las emisiones de dióxido de carbono, pero es improbable que sean suficientes ante un mundo que recién se encuentra en los inicios de su capacidad para consumir, dilapidar y destruir. Pretender reducir la contaminación ambiental sin reducir el consumismo es como combatir el narcotráfico sin reducir la adicción de los drogadictos.
El despilfarro irracional del consumismo no tiene límites; no ha evitado la muerte de millones de niños por hambre pero ha puesto en peligro la existencia de toda la biósfera. Si el exitoso consumismo no es reemplazado por la olvidada austeridad, pronto deberemos elegir entre la guerra y la miseria, entre el hambre y las epidemias.

Está en manos de los gobiernos y en manos de cada uno de nosotros organizar la salvación o acelerar la destrucción. La Conferencia sobre el cambio climático de Copenhague es una nueva oportunidad para evitar la mayor catástrofe que nunca ha enfrentado la Humanidad. Procuremos que no sea otra oportunidad perdida, porque no disponemos de todo el tiempo del mundo.

(*) Jorge Majfud, Lincoln University. Artículo requerido por Naciones Unidas con motivo de la Conferencia de Naciones Unidas por el Cambio Climático a realizarse entre el 7 y el 18 de diciembre de 2009. Publicado en UN Chronicle (Naciones Unidas, noviembre 2009) y traducido por el autor al español.UN Chronicle, Issue 3 & 4 2009, Special Climate Change Issue: “To protect succeeding generations...” http://www.un.org/Pubs/chronicle/index.html

lunes, 14 de diciembre de 2009

CASA DE REPOSO EN REQUENA




              Casa de reposo en alquiler




LA CASA

Construida a principios del siglo XX, situada sobre un altozano con excelentes vistas, a 900 m. de altitud, a sido lentamente restaurada, conservando su estructura original (piedra y mortero) y viguería de madera.
 Integrada en el perimetro del nucleo urbano con 1.500 metros de parcela cerrada y rodeada de pinar
Consta de recibidor.

DISTRIBUCION:

Recibidor con acceso a dos habitaciones comedor y patio.
 3 habitaciones dobles, dos de ellas decoradas con motivos indios y una con suelo de tarima flotante. Comedor-salon con estufa de leña y T.V.
 Cocina integrada en salón con frigorífico y microondas.
Un baño con ducha y agua calienta.
 Patio interior con muebles de terraza y lavadora.
Comedor exterior acristalado.
Templo para actividades, meditación, masaje, etc.
Solarium, paellero, horno de leña y era de trillar.

Cubierta para dos vehículos.


Fachada vista desde la era

Recibidor


Chimenea

Comedor





Habitacion 1





Patio





EL APARTAMENTO


Dispone de 2 habitacio­nes dobles  y sofá cama en el comedor,
(máximo 6 plazas), con ropa de cama.
Un  baño completo, con amplia bañera y agua caliente.
Come­dor-cocina con estufa de leña, T.V. y menaje de cocina
Terraza cubierta amueblada.














EL ENTORNO

Situada al norte de la comarca Requena-Utiel, en la ver­tiente oriental de la sierra del Negrete, la parte más abrupta del término de Requena, con desniveles que oscilan entre los 475 m. del pantano de Buseo (Chera) hasta los 1.300 m. del pico Negrete (Utiel), a caballo entre la altiplanicie y la depre­sión del Turia (Chelva), rodeada de frondosos pinares, con reductos de bosque de encinar autóctono, donde abundan ¡os ejemplares centenarios.




El OCIO

La cercanía de dos grandes núcleos urbanos, Requena y Utiel (14 Km.) hacen compatible sus pandes ofertas de cultura y ocio; cascos antiguos, iglesias, molinos, bodegas, museos, fiestas, etc.En cuanto a senderismo o rutas en bicicleta, la amplitud y despoblación de la zona hace que las posibilidades sean ilimitadas; GR-7, Pr's, fuentes (Fonfrilla, La Puerca, La Toba) picos (Cinco Pinos, Ropé, Tejo, Negrete), cañadas, pantanos (Benajeber, Loriguilla y Buseo), aldeas (Las Nogue­ras, Estenas, V. de Tejas), masias ( Cholla, Caballero, El Pinar), etc




COMO LLEGAR

En coche por la N-III, desvío entrada norte a Requena, dirección Villar de Oímos, tras atravesar 14 Km. entre viñedos y monte, llegaremos a V. De Oímos y 1 Km. des­pués a "La Cañada", última pedania del término de Re­quena, hoy prácticamente deshabitada y en proceso de recuperación, en cuya parte más alta se encuentra "El Puntal".


Dirección: c/ El Puntal s/n -46351- La Cañada de Villar de Olmos/Requena/Valencia/Spain

Información: José Luis Rubio y Carmen Andrés
Tel.  660-365594 y 676-079393

e-mail : casaelpuntal@gmail.com

sábado, 12 de diciembre de 2009

CIRCO Y MALTRATO ANIMÁL


La cara triste del circoEN EL CIRCO LOS ANIMALES SUFREN:CASTIGOS, SOLEDAD Y ENCIERRO A PERPETUIDAD.
EL CIRCO NO DEBE SER UNA CÁRCEL PARA ANIMALES.
TRANSPORTE Y CONFINAMIENTO:
Los circos no pueden, por sus propias características, atender ni de lejos las necesidades naturales de los animales que presentan. En el caso de los circos itinerantes, a lo largo de sus interminables giras de 9 a 10 meses al año, no hay otro remedio que mantener a los animales encadenados por una pata delantera y otra trasera -lo que tan sólo les permite tumbarse y levantarse o arrastrarse un par de pasos adelante y atrás- o aprisionados dentro de camiones jaulas menos durante el entrenamiento o los escasos minutos que dura su número.
Además, durante larguísimos desplazamientos de hasta 10/12 horas, los animales soportan en su rincón, sin luz y sin ventilación, el frío del invierno y el calor del verano mientras se asfixian con el metano de sus propios excrementos a pesar de que se acostumbra a mantenerles sedientos para que orinen menos.
CONDUCTAS AGRESIVAS Y LOCURA:
Este es un cruel modo de vida, caracterizado por el aislamiento, el castigo, el miedo y el cautiverio y no es de extrañar que un elefante viva más de 70 años en su medio natural pero solo alcance los 14 o 15 años en cautividad.
Este hecho se repite en todos los animales tan miserablemente utilizados y explica porque estas hermosas criaturas nacidas libres -tigres, leones, cebras, osos y elefantes ..- mantenidos en estas condiciones cada día de su dantesca existencia se vuelven literalmente locos. Separados de sus congéneres, encerrados y amarrados, sometidos a privaciones y frustrados sus instintos naturales, suelen desarrollar conductas neuróticas como movimientos repetitivos e incesantes consistentes en oscilaciones, vueltas, agitación y mordisqueo de los barrotes de sus jaulas, etc., que también se pueden convertir en conductas inesperadamente agresivas.
DOMA O ADIESTRAMIENTO:
Existe aquí una combinación de castigo y recompensa, con mayor proporción de castigo ya que muy pocos ejercicios y trucos están basados en comportamientos naturales. Entre los métodos de "persuasión", se siguen encontrando varas, estacas con pinchos, látigos y también sistemas más modernos como los electroshocks de bolsillo con descarga de poco voltaje, todos ellos por supuesto oculto a la vista del espectador. Aún con esto, un estudio reciente de la RSPCA británica (Real Sociedad Protectora de Animales) reveló que, en más de un 40% de los casos analizados, los grandes felinos se resistían a salir al escenario por lo que había que forzarlos a hacerlo.
Rainiero Garibaldi, dueño de un circo llamado ecológico porque no "usa" animales explica: "En algunos casos he colaborado con domadores y adiestradores y he comprobado los métodos de aprendizaje impuestos a los animales. Los buenos resultados se obtienen en gran parte gracias a la violencia ... He sido testigo de verdaderas masacres de animales y he comprobado las condiciones en las que viven".
CONSERVACIÓN Y EDUCACIÓN:Estas son dos razones por las que los circos con animales intentan justificar su continuidad en una Europa que les cierra sus puertas. Por supuesto, al igual que en otros lamentables espectáculos, la simple tradición no puede justificar las miserias inflingidas a seres sensitivos. Muy al contrario, no sólo los circos no tienen ninguna función conservacionista que desempeñar, sino que constituyen una causa más de extinción de especies salvajes para las cuales las disposiciones de la convención CITES son papel mojado. El arriba mencionado estudio de la RCSPA revelaba que, de los 36 elefantes indios y africanos que viajaban en circo por el Reino Unido, 34 habían sido capturados en estado salvaje, pasando bruscamente de la familia a la soledad y del campo las jaulas y los castigos.
En cuanto a educación, los circos enseñan precisamente la peor actitud posible hacia los animales, despojando a unas magnificas criaturas de su dignidad a base de forzarlas a realizadas trucos estúpidos y dolorosos.Debemos enseñar a los pequeños a respetar y apreciar el mundo y sus demás habitantes. Por ello es preciso recordar una de las conclusiones de la conferencia de 1981 de la Asociación de Profesores Tutores en la que se recomienda que: "a los niños se les debería disuadir de asistir a cualquier tipo de exhibición o atracción que involucre a animales en manifestación indigna, alojándoles en habitáculos no satisfactorios, o sometidos a sospechas métodos de entrenamiento".
¿QUE PUEDES HACER?El mejor argumento es el BOICOT. Si no asistes a circos que usan animales, ellos dejarán de usarlos. En su lugar, disfruta con circos y espectáculos sin animales que ofrecen estupendos trucos o programas si crueldad.
Fuente: People for the Ethical Treatment of Animals

martes, 8 de diciembre de 2009

EN NOMBRE DE THIPPANNA


Hola, mi nombre es Thippanna, tengo 8 años y vivo en Hallikera, en la region de Kalyandurg, a dos horas en coche desde Anantapur, sede de la fundación que me acoje, Vicente Ferrer; mis padres Veerakatappa y Kadaramma, trabajan algunos dias al año en la agricultura, con un sueldo medio de unas 50 rupias, alrededor de 1 euro al dia.
Tengo cinco hermanas, Eeramma, la mayor, tiene 23 años y esta casada, Saneeramma, tambien esta casada, Rathnamma, Manjamma y Lakkamma, viven con nosotros en una casa del gobierno indio de 8 metros cuadrados; ninguna de mis hermanas ha ido a la escuela, excepto Lakkamma, la pequeña que tiene once años y como yo va a la escuela local, gracias a un apadrinamiento español.
Somos Dalits, (intocables), la casta mas baja en India y aunque por ley, nos corresponde una educación, la pobreza y la marginación, impide que haya un hueco en las escuelas para nosotros, somos de religión indú y nuestro idioma es el telegu.
Para mi es un privilegio ir al cole y me esfuerzo en aprender cada día un poco más; quizás en un cercano futuro, tenga acceso a un buen trabajo, medicinas y a una casa con luz y agua corriente; quizás pueda continuar mis estudios en la universidad y viajar a otras ciudades y paises desde donde ayudar a mi familia.
Para mi la escuela es un mundo de nuevas oportunidades y
esperanzas de un mundo mucho mejor.
Quisiera mostrar todo mi agradecimiento a las personas que desde España, se esfuerzan, para apoyar los sueños de los niños indios.

NAMASTE
Autor : Jose Luis Rubio

martes, 1 de diciembre de 2009

EL HOMBRE MAS FELIZ DE LA TIERRA


Declarado el hombre más feliz del planeta

Es más feliz que usted, seguro. Mucho más. Matthieu Ricard obtuvo una nota inalcanzable en un estudio sobre el cerebro realizado por la Universidad de Wisconsin (EEUU). Los especialistas en neurociencia afectiva le nombraron «el hombre más feliz de la Tierra». A sus 61 años, quien hoy es asesor personal del Dalai Lama tiene una vida digna de un guión de cine. Biólogo molecular, hijo de un filósofo ateo, dejó su carrera por abrazar al budismo.
¿Una bonita casa en la playa? Matthieu Ricard prefiere el monasterio apartado de toda civilización donde vive, en las montañas de Nepal. ¿Una cuenta bancaria boyante? Ha entregado todo el dinero de las ventas de sus libros a la caridad. ¿Quizá un matrimonio bien avenido o una excitante vida sexual? Tampoco: a los 30 años decidió acogerse al celibato y dice cumplirlo sin descuidos. En realidad, Matthieu Ricard carece de todas las cosas que los demás perseguimos con el convencimiento de que nos harán un poco más felices. Y sin embargo, este francés de 61 años, biólogo molecular hasta que decidió dejarlo todo y seguir el camino de Buda, es más feliz que usted y yo. Mucho más feliz. El más feliz.
Científicos de la Universidad de Wisconsin llevan años estudiando el cerebro del asesor personal del Dalai Lama dentro de un proyecto en el que la cabeza de Ricard ha sido sometida a constantes resonancias magnéticas nucleares, en sesiones de hasta tres horas de duración. Su cerebro fue conectado a 256 sensores para detectar su nivel de estrés, irritabilidad, enfado, placer, satisfacción y así con decenas de sensaciones diferentes.Los resultados fueron comparados con los obtenidos en cientos de voluntarios cuya felicidad fue clasificada en niveles que iban del 0.3 (muy infeliz) a -0.3 (muy feliz). Matthieu Ricard logró -0.45, desbordando los límites previstos en el estudio, superando todos los registros anteriores y ganándose un título –«el hombre más feliz de la tierra»– que él mismo no termina de aceptar. ¿Está también la modestia ligada a la felicidad? El monje prefiere limitarse a resaltar que efectivamente la cantidad de «emociones positivas» que produce su cerebro está «muy lejos de los parámetros normales».
El problema de aceptar que Ricard es el hombre más contento y satisfecho del mundo es que nos deja a la mayoría en el lado equivocado de la vida. Si un monje que pasa la mayor parte de su tiempo en la contemplación y que carece de bienes materiales es capaz de alcanzar la dicha absoluta, ¿no nos estaremos equivocando quienes seguimos centrando nuestros esfuerzos en un trabajo mejor, un coche más grande o una pareja más estupenda?
Los trabajos sobre la felicidad del profesor Richard J. Davidson, del Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin, se basan en el descubrimiento de que la mente es un órgano en constante evolución y, por lo tanto, moldeable. «La plasticidad de la mente», en palabras del científico estadounidense, cuyo estudio es el quinto más consultado por la comunidad investigadora internacional.
Satisfacción filipina. Tampoco es necesario leer a este hijo adoptivo de Buda o retirarse a un templo en el Himalaya para comprobar que el «dinero no da la felicidad». Los habitantes de las barriadas pobres de Manila se muestran, a pesar de sus dificultades, aparentemente más contentos que los tiburones financieros de la vecina y multimillonaria Hong Kong. Cada vez que se hace una encuesta sobre felicidad global, los filipinos aparecen entre los pueblos más satisfechos.
Ni la pobreza ni el hecho de que su país haya sido declarado el «lugar del mundo más afectado por los desastres naturales» por el Centro para la Investigación y Los científicos han logrado probar que la corteza cerebral izquierda concentra las sensaciones placenteras, mientras el lado derecho recoge aquellas que motivan depresión, ansiedad o miedo. «La relación entre el córtex izquierdo y el derecho del cerebro puede ser medida y la relación entre ambas sirve para representar el temperamento de una persona», asegura Ricard, que durante sus resonancias magnéticas mostró una actividad inusual en su lado izquierdo.Los neurocientíficos americanos no creen que sea casualidad que durante los estudios llevados a cabo por Davidson los mayores registros de felicidad fueran detectados siempre en monjes budistas que practican la meditación diariamente. Ricard lo explica en la capacidad de los religiosos de explotar esa «plasticidad cerebral» para alejar los pensamientos negativos y concentrarse sólo en los positivos. La idea detrás de ese concepto es que la felicidad es algo que se puede aprender, desarrollar, entrenar, mantener en forma y, lo que es más improbable, alcanzar definitivamente y sin condiciones.
Éxtasis mental. Lograr el objetivo de la dicha no es fácil. Ricard ha escrito una decena de libros –estos días combina sus retiros espirituales con la promoción de su obra Happiness en el mundo anglosajón– y cientos de artículos tratando de mostrar el camino y, aunque la mayoría de sus obras se han convertido en éxitos editoriales, el propio autor descarta que su lectura garantice el éxito.
Al igual que un logro en atletismo o en la vida laboral, el cambio sólo es posible con esfuerzo y tenacidad, pero Ricard asegura que todo habrá merecido la pena una vez se alcanza el estado de éxtasis mental que logran los elegidos. En su Defensa de la felicidad (Urano), la traducción de su último libro publicado en España, el monje explica cómo nuestra vida puede ser transformada incluso a través de variaciones mínimas en la manera en que manejamos nuestros pensamientos y «percibimos el mundo que nos rodea».
Es un viaje hacia el interior de uno mismo que Matthieu Ricard recorrió contra todo pronóstico. Nacido en París en 1946, el «monje feliz», como se le conoce en todo el mundo, creció en un ambiente ilustrado. Su padre, Jean-François Revel, fue un reconocido escritor, filósofo y miembro de la Academia Francesa que reúne a la elite intelectual del país galo. Su madre dedicó gran parte de su vida profesional a la pintura surrealista y tuvo un gran éxito antes de convertirse también ella en monja budista. Ricard vivió en su juventud los excesos propios del París de los años 60 y tras terminar sus estudios de secundaria se decidió por las ciencias. Hizo su doctorado en genética celular en el Instituto Pasteur de París y trabajó con el premio Nobel de medicina François Jacob. Parecía destinado a convertirse en uno de los grandes investigadores del campo de la biología cuando le dio a su padre el disgusto de su vida.
El estudio de textos budistas desencadenó una llamada espiritual que le llevó a dejarlo todo. Decidió que el laboratorio no era lo suyo y partió hacia el Himalaya para hacerse discípulo de Kangyur Rinpoche, un histórico maestro tibetano de la tradición Nyingma, la más ancestral escuela del budismo. Era 1972 y las próximas tres décadas de este francés de carácter suave y cultura exquisita –el único europeo que lee, habla y traduce el tibetano clásico– iban a ser dignas del mejor guión de una película.
Tras estudiar con los grandes maestros del budismo, pasar meses en retiros y recorrer los pueblos del Himalaya, conoció al Dalai Lama y en 1989 se convirtió en uno de sus principales asesores y en su traductor al francés. Su posición como mano derecha del Señor de la Compasión le ha convertido en la figura budista occidental más influyente del mundo y llevaron al gobierno francés a concederle la Orden Nacional Francesa.
La vida elegida por Ricard le enfrentó a los ideales en los que se había formado y al ateísmo de su padre. Ambos decidieron discutir sus diferencias en El monje y el fisólofo, un diálogo que sólo en Francia vendió 500.000 copias y en el que la búsqueda de la felicidad está presente en cada capítulo. «Tenía muchas esperanzas en su futuro profesional y me parecía una lástima que abandonara [su carrera científica]. Después me di cuenta de que había transferido su espíritu científico al estudio del budismo», decía el padre antes de morir, una vez hubo aceptado la elección de Matthieu.La idea de Ricard de ofrecerse para los estudios de la mente que llevaba a cabo la Universidad de Wisconsin estuvo influenciada por el propio Dalai Lama, que durante años ha colaborado con científicos occidentales, facilitando el análisis cerebral de los monjes y su capacidad de aislar la mente durante las sesiones de meditación. Uno de los aspectos que más ha fascinado a los investigadores es la capacidad de los monjes de suprimir sentimientos que hasta ahora creíamos inevitables en la condición humana: el enfado, el odio o la avaricia. El estudio de sus cerebros demuestra una capacidad extraordinaria para controlar sus impulsos basados en el principio de que Buda no prometió a sus seguidores la salvación en el cielo, sólo el final de sus sufrimientos en la tierra si lograban controlar sus deseos. Para muchos ese ha sido uno de los puntos flacos del budismo: la limitación de las ambiciones personales y la pasividad.Ricard suele acudir a una anécdota del Dalai Lama para negar que el control de los impulsos negativos sea igual a pasividad o falta de respuesta, por ejemplo ante un crimen o un genocidio. «Alguien le preguntó en una ocasión al Dalai Lama qué haría si alguien entra en una habitación para matar a todos los presentes. Su respuesta irónica fue: «Empezaría por dispararle a las piernas. Y si eso no funciona, apuntaría a la cabeza».
Ricard cree que el problema es que nuestros sentimientos negativos hacia otras personas no están a menudo justificados, sino que los hemos creado nosotros en nuestra mente de forma artificial como respuesta a nuestras propias frustraciones. Y ése es uno de los impulsos que el monje francés piensa que hay que aprender a controlar si se quiere ser feliz. Para el escritor, la felicidad es «un tesoro escondido en lo más profundo de cada persona». Atraparla es cuestión de práctica y fuerza de voluntad, no de bienes materiales, poder o belleza. Los que llegan al final del viaje y logran la serenidad que lleva a la dicha, asegura Ricard, sienten lo mismo que «un pájaro cuando es liberado de su jaula».
Epidemiología de Desastres parecen afectar su visión positiva de la vida. Su intensa vida social y familiar compensa penurias privaciones. Los honkoneses, con una renta per cápita 20 veces mayor, aparecen sistemáticamente en los últimos lugares en los mismos sondeos de felicidad. La presión consumista, el estrés y el deterioro de las relaciones sociales figuran entre las causas de insatisfacción más citadas por los ciudadanos.Todo el desarrollo y el dinero del mundo no han logrado levantar el ánimo de la Nueva York de Asia.
Matthieu Ricard ve en resultados como éste la prueba de que cualquiera, no importa las desgracias que haya vivido, puede alcanzar la felicidad si cambia el chip mental que a menudo nos hace detenernos en los aspectos negativos de la existencia. Incluso la pérdida de los seres queridos puede sobrellevarse con relativa facilidad si se afronta la muerte desde una perspectiva nueva, menos centrada en su dramatismo. «Mi padre murió el año pasado a los 82 años. Como dependía tanto de su brillantez intelectual, cuando se vio limitado se desanimó», asegura el monje, para quien la muerte de quienes nos rodean debe ser aceptada como un paso más en el ciclo natural de la vida y no necesariamente como un episodio triste. «El mejor homenaje que podemos ofrecer a los que ya no están con nosotros es vivir la vida de forma constructiva, ser conscientes de que nacemos solos y morimos solos. ¿Por qué no sentir que cada ser humano es nuestro familiar, que cada casa es nuestro hogar?».
Los investigadores que han estado analizando las emociones de Ricard creen que los resultados podrían servir para paliar enfermedades como la depresión y llevar a la gente a entrenar una mente saludable de la misma forma que hoy se acude al gimnasio a mejorar la forma física. Más aún, si como sugiere Ricard, una de las claves de la satisfacción personal es el control y la supresión de instintos negativos como el odio, y si existe una forma de limitarlos, estaríamos ante la posibilidad de mejorar la condición humana y enmendar sus peores defectos.
Por supuesto son muchos los que apuntan a la inocencia y la sobredosis de utopía que supone pensar en una aldea global en la que todo el mundo perdona a los demás y nadie se enfada con nadie, un mundo basado en las buenas maneras y sentimientos, sin guerras ni luchas de poder. El monje francés responde a quienes dudan con la pregunta que mejor define su visión de la vida: «¿Acaso quieres vivir una vida en la que tu felicidad dependa de otras personas?».
Matthieu Ricard no quiere. Por eso en lugar de una casa en la playa ha elegido una vida contemplativa en el monasterio nepalí de Shechen; por eso ha regalado los millones de euros procedentes de sus libros (se han vendido millones de copias en todo el mundo y han sido traducidos a una decena de lenguas); y quizá por eso ha evitado los conflictos propios de la vida matrimonial. El «hombre más feliz del mundo» no sugiere que todo el mundo haga lo mismo para encontrar la dicha. Sólo que aprendamos que la deseada casa de la playa, los millones en el banco o esa pareja tan atractiva tampoco nos conducirán a ella. Aprender a contentarnos con lo que tenemos quizá sí.
* Vejez: Cuando la agudeza mental y la acción disminuyen, es tiempo de experimentar y manifestar cariño, afecto, amor y comprensión.
* Muerte: Forma parte de la vida, rebelarse es ir contra la propia naturaleza de la existencia. Sólo hay un camino: aceptarla.* Soledad: existe una manera de no sentirse abandonado: percibir a todos los hombres como parte de nuestra familia.
* Alegría: Está dentro de cada uno de nosotros. Sólo hay que mirar en nuestro interior, encontrarla y transmitirla.
* Identidad: No es la imagen que tenemos de nosotros mismos, ni la que proyectamos. Es nuestra naturaleza más profunda, ésa que nos hace ser buenos y cariñosos con quienes nos rodean.
* Conflictos de pareja minimizarlos. Es muy difícil pelearse con alguien que no busca la confrontación.
* Familia: Requiere el esfuerzo constante de cada uno de sus miembros, ser generoso y reducir nuestro nivel de exigencia.
* Deterioro físico: Hay que aprender a valorarlo positivamente. Verlo como el principio de una nueva vida y no el principio del fin.
* Relaciones sociales: Es más fácil estar de buen humor que discutir y enfadarse. Lo ideal es seguir siendo como somos y utilizar siempre que podamos la franqueza y la amabilidad.
* Felicidad: Si la buscamos en el sitio equivocado, estaremos convencidos de que no existe cuando no la encontremos allí.
Su última obra traducida al español: «Defensa de la felicidad» (Urano)
Por David Jiménez, http://www.fpmtmexico.org/Matthieu-Ricard.html